David Alaba sigue cumpliendo paso a paso el plan estipulado para poder llegar a la final de la Copa del Rey, que medirá a los blancos contra Osasuna el próximo sábado en Sevilla y, especialmente, a la ida de las semifinales de la Champions contra el Manchester City. La ausencia de Militao, que no podrá estar ante los de Guardiola por sanción, hace que la presencia del austriaco sea más importante si cabe. Por el momento, los plazos se van cumpliendo y si no hay contratiempo debería estar en la convocatoria que Carlo Ancelotti dará a conocer el próximo viernes antes de viajar a la ciudad hispalense.
Alaba no estará en San Sebastián para medirse a la Real Sociedad el próximo martes, pero los avances en Valdebebas son evidentes. Desde el pasado jueves ya correr en solitario por el césped, algo que ha mantenido estos días. El plan es que el lunes o, como mucho, el martes, empiece a tocar pelota, para llegar a final de la próxima semana totalmente recuperado de la lesión que sufrió ante el Chelsea en Stamford Bridge.
El plan con Alaba es que pueda jugar unos minutos ante Osasuna en la final de la Copa del Rey que le permitan coger ritmo antes de medirse el martes 9 de mayo al Manchester City en el estadio Santiago Bernabéu. Lo que tiene claro Ancelotti, los servicios médicos y el propio jugador es que no forzarán lo más mínimo. Y es que, siempre que el zaguero ha arriesgado, lo ha terminado pagando. Ya pasó la temporada pasada y no quieren que se repita este curso.
Hay que recordar que Alaba sufrió una pequeña rotura en el tríceps sural de la pierna derecha en la primera mitad del duelo que enfrentó a Chelsea y Real Madrid en Stamford Bridge. Tras someterse a pruebas médicas en Valdebebas, el club respiró al conocer que la lesión no era grave y que le iba a tener unas dos semanas de baja.
Tres lesiones musculares
Con la última lesión, el austriaco ha sufrido la que es la tercera lesión muscular en lo que va de temporada y la segunda en el sóleo de la pierna derecha. La primera se produjo justo antes de la Supercopa de España celebrada en Arabia Saudí donde no pudo viajar con el resto de sus compañeros. Después, ante el Liverpool en la ida de los octavos de final de la Champions, sufrió otra lesión en el bíceps femoral de la pierna derecha, quedando apartado de los terrenos de juego durante 28 días.
